La ley del sí

Jaime L. Pantaleón

Referencia: BC.260
Fecha de lanzamiento : 4 enero, 2014
Formato: CD, Digital

Extensa y poliédrica, la trayectoria artística de Jaime L. Pantaleón, Músico con eme mayúscula, es, en su superficie, un diamante que hubiera sido minuciosamente tallado con tantas facetas como las del ojo de una mosca, contando ese diamante en su interior con un motor alimentado con el combustible de la curiosidad y un irrefrenable, muy de agradecer sentido de la aventura.

Escasean esos combustibles en el panorama musical de hoy, pero Jaime L. Pantaleón dispone de una reserva al parecer inagotable a la que ha recurrido, en un momento u otro de las dos últimas décadas, para contagiar movimiento a 12twelve, Atleta, Bélmez, Lords of Bukkake , Cuzo, Massa Fosca o La estrella de David grupos con los que se ha paseado por el pop independiente, el jazz no ortodoxo, el hard rock oscurantista y la psicodelia con y sin denominación de origen, entre otros estilos a los que su iridiscente guitarra ha ensanchado y descubierto nuevos caminos que a lo mejor, si hay suerte, otros seguirán.

Mientras descubrimos si eso sucede, Jaime L., siguiendo la dirección que le señala su brújula interna, estrena estos días un nuevo proyecto que nadie, a tenor de sus credenciales previas, podía anticipar. Enamorado desde siempre de la canción melódica de sustrato panamericano, Pantaleón se ha puesto al frente de un proyecto que conjuga la elegante sensibilidad de los grandes cantantes de antaño con un pulso y un nervio netamente actuales.

Las canciones de Jaime L. se fijan en el fuste y el romanticismo que eran moneda común décadas atrás y las traen a nuestro descreído presente para recordarnos la perenne grandeza del saber amar y el saber olvidar, la heroica valentía cotidiana de sobrellevar la carga del cariño no correspondido, la importancia del fuero interno en tiempos tan triviales como estos. La calidez de la madera frente a la estéril frialdad del plástico.

Jaime L. se nos descubre en su nueva aventura , en sus nuevas canciones, como un romántico sin ironías. Y a eso se le llama tener coraje. El suyo es el sonido de la verdad, y viviendo como lo hacemos en una época de mixtificaciones sin tuétano, no se me ocurre un regalo más valioso.

Texto Jesús Brotons