Estamos en el año 2013. Miles de jóvenes han sido estafados con el valor de la formación en un país en el que, sin industria y sin inversión en investigación o nuevas tecnlogías, la mayor cantidad de puestos de trabajo no requieren ninguna cualificación. Miles de jóvenes con licenciatura + máster + idiomas + numerosos trabajos becados (patraña para conseguir mano de obra barata, qué coño, gratuita), frustrados y estancados, sólo encuentran consuelo en emigrar o en la cola del paro.
Penny Cocks están de actualidad. Y no porque se vayan a girar por la vieja Europa. Sino porque editan para BCore Disc su nuevo EP Devils, Kids & Gypsies, en el que retratan en modo punk (no puede ser de otro modo) la realidad que nos rodea. Poniendo letra y dando voz a esa masa de jóvenes que, sin aliento, carecen de recursos incluso para sobrevivir. Resultado: unos Ramones que, en lugar de cantar al amor, las drogas y el rockn’roll, lo hacen para la clase marginada.
Cuatro cortes de un naturalismo que ni el propio Zola podría soportar.