The loveless curse es el segundo single extraído de Rock for food, el tercer larga duración de The Unfinished Sympathy editado en septiembre de 2004. Una canción luminosa, vital, incluso, diríamos, veraniega, que habla de la búsqueda de uno mismo a través de la búsqueda del amor; para encontrar el amor, seguramente uno debe encontrarse a sí mismo antes, y eso te puede llevar a viajar, a estar permanentemente en la carretera, esperando que llegue aquella revelación, aquella persona que pone las cosas en su sitio. La maldición de los sin-amor: vagar por este mundo buscando la pieza que encaje en el puzzle.
El single contiene tambien una pista de video con el premiado videoclip de This living kills (correspondiente al primer single del álbum, editado en junio de 2004). Un video rodado en 35 mm por Kenneth Santos en los estudios de diseño de Palo Alto, Barcelona, donde trabajan Fernando Salas y Javier Mariscal.
Además, tres canciones en directo y en formato acústico, grabadas en noviembre de 2004 en el audiotorio de La Pedrera, el archiconocido edificio de Antoni Gaudí en el Paseo de Gracia de Barcelona, especialmente para los coleccionistas.