Músicos

Banani: Voz, guitarra, bajo y sintetizadores
Borja Pérez: Coros, guitarra, bajo y sintetizadores
Victor Garcia: Batería

Grabado

Producido por Borja Pérez y Banani.
Grabado por Borja Pérez.
Mezclado por Borja Pérez.
Masterizado por Victor Garcia.

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Bambas con velcro

Descripción

Banani te está vacilando.

Se te acerca por la pista con la sonrisa ladeada, te desata los cordones a base de riffs y te engancha en el mesencéfalo sus melodías adhesivas.

“Bambas con velcro” tiene gancho y tiene bucle. Estas canciones se acoplan a tus días igual que se pegaban milagrosamente aquellas cintas de tejido de las populares zapatillas deportivas de los noventa.

El nuevo repertorio del músico catalán es una emulsión de voces corrosivas que invitan al tarareo, punteos que te anudan la garganta, y corrientes continuas de sintetizadores juguetones y espectrales.

Cada corte arranca con un bote contundente, se resuelve en versos afilados y se enrosca en interludios de lisergia antes de lanzarse a la rampa volante del estribillo, para desembocar siempre en una crecida épica y coreable.

Es darle al play y los hombros cogen un tembleque de pura gustera, el tronco se sacude sin más y los pies se te mueven así, así.

Después de clavar miles de acordes con bandas como Fuckin’ Bollocks y Dulce Pájara de Juventud, Bruno Banani inyecta su proyecto en solitario de aires stoner y psycho rock. Su nueva melopea melódica se prendió con el single “Estás acabado”, dos fogonazos directos que afloraron de las ansiedades pandémicas.

Ahora, Banani suelta peso para elevarse hasta alcanzar su lado más ingrávido, pop y mordaz.

Y vacila, Banani te vacila. Se remueve inestable en recuerdos que van desde el patio del instituto hasta el último after brumoso, para burlarse de él mismo y de ti.

En este ecosistema de humedades relativas, Banani aplica presión en las letras y afila la más ácida ironía para reírse de los personajes comunes de una generación trabada: monaguillos trasnochados, millennials frustrados, señoras de botox lustroso, carcamales fiesteros, reyes de la pista y pimpollos achacosos.

No cuesta dejarse arrastrar por la euforia melancólica de la canción que da título al álbum, porque ‘Bambas con velcro’ es puro flow, estribillo relamido y teclados parpadeantes. De ahí al bote ácido y esos sintetizadores que te acarician las entrañas de ‘Trata de calmar a un Millennial’, o el rasca y gana acelerado de ‘Monaguillos de after hour’ solo hay un suspiro. ‘Folklore nacional’ es otro himno gamberro y psicodélico que se sacude entre melodías concéntricas, punteos brillantes y sintetizadores subterráneos. El medio tiempo trotón de ‘Fanático y un poco ignorante’ hará que se iluminen todas las baldosas a tu paso, hasta llegar al fiestón desatado de ‘Licor de arrastre’, un desgarro de pop-funk disonante y adictivo. Las crestas de riffs y las subidas de tono alcanzan cotas de alto placer en la corriente de rock surfero y meloso de ‘Bombino’. Antes de lo que quisiéramos, este videojuego de canciones retro desemboca en el cierre mágico de ‘Niño ruina’, un viaje alucinante y enlentecido, el último letargo ebrio y candoroso.

Esta microdosis de flipe millennial te araña  la oreja a cada verso. Y deja herida con sus miserias, que son las tuyas.

Cuando el río suena, no hay PVC que tape el desagüe.

En definitiva “Bambas con velcro” es una oda al perdedor pedante, una colección de pisotones a la nostalgia que se atesora como un cosmoverso de recuerdos arcade.

Canciones que se te pegan como el velcro de aquellas bambas noventeras.

Si Banani te vacila, es porque tú quieres.

Albert Fernández

Videoclip

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