The New Raemon

Ramon Rodríguez no para. Ya nos tiene acostumbrados, desde 2002 cuando se publicó su primera referencia, a realizar discos excepcionales a la cabeza del grupo de su vida, Madee, con ya cuatro álbumes en sus espaldas y el apoyo unánime de la crítica, que sin ir más lejos ha escogido su última referencia, L’Antarctica, como mejor disco del 2007 para la revista Go!. Pero es que además de estar a la cabeza de esos brillantes discos de Madee, recientemente Ramón habló con sus amigos Santi y Víctor García (los responsables del sonido de las mejores bandas independientes nacionales desde su mesa de mezclas en los estudios Ultramarinos) y, sin comerlo ni beberlo, montaron ese supergrupo llamado Ghouls ‘n Ghosts, quienes en 2006 y de la mano de Aloud Music publicaron su magnífico debut que les llevó a girar por toda España. Todavía inquieto, se enroló en 2007 a las filas de la compañía de danza La Intrusa (dirigida por Damián Muñoz y Virginia García) como músico. Y eso sin mencionar que dirige el sello Cydonia Records desde 2002. Pues bien, todavía no satisfecho por toda esa actividad, Ramon quería más. Más música, más canciones, nuevos matices con que llevar a cabo su incesante creatividad y poderse expresar de la manera más elocuente posible. Y quizás por todo ello se nos planta en 2008 con un nuevo proyecto: The New Raemon. Lo más destacable, que, por primera vez, Ramon utiliza el castellano para dar forma a su discurso. Con unas letras únicas e insólitas, en que la ironía se topa de narices con su genuino melancolismo. Y lo hace acompañado de algunos de los mejores músicos de la escena barcelonesa: Ricky Lavado (batería) y Ricky Falkner (bajo), miembros de los célebres Standstill, Sanpedro y Egon Soda. Y, entre todos, crean un trasfondo musical, un decorado cargado de detalles, de instrumentos, de texturas y atmósferas, que acoge el elemento que mejor ha caracterizado a Ramón a lo largo de su carrera: su voz. Y también, aunque esto es sabido quizás en círculos más íntimos, su sentido del humor. El hombre que canta triste es en realidad un sabio trovador que sabe reírse de todo y de si mismo con una gracia contrastada.